Ronda de ensueños que enterró el pasado
en el brumoso ocaso de los años...
Mi juventud quedó envuelta en el ayer,
en esa niebla que la vida descolgó...
Todo ha quedado en el recuerdo mío
tras una espesa y cruel cortina gris...
Intensa inquietud... champán y amor...
Esa fue mi juventud...
Brumas en mi corazón...
Brumas en mi padecer...
Qué solo y viejo estoy sin nadie a quién decir:
brindemos bella amiga por los dos...
Brumas en mi corazón.
Viejas andanzas de ayer.
Hoy quién sabe en qué rincón del mundo estén
aquellas que yo amé.
Loco cansancio de aventuras viejas
y de galantes lances amatorios...
Retratos nada más de todas las que amé
y apasionados ofertorios de mujer...
Cuántos recuerdos danzan en mi mente...
Cuántas promesas falsas yo juré...
Mas hoy, cerrazón, frío y dolor...
Esa es mi senitud...