Era una tarde tan gris como mi vida de antes
que tenía que salir, daba igual a cualquier parte.
Entonces te conocí y quedamos otra tarde.
Nos citamos en un bar y no paraste de hablarme
de una forma que entendí lo fácil que es amargarse,
cuando el mundo me prohibió el volver a enamorarme.
Y me sentí tan extraño, no me salían las frases,
mientras notaba con daño que empezaba a encariñarme.
Era otro día de gris años después de encontrarte,
la vida mil vueltas da, en una de ellas bajaste.
Entonces te recordé cuando caía la tarde.